Con un rápido scroll puedes encontrar miles y miles de web que parecen calcos entre sí. Las hay de todas las formas, tamaños y colores y todas con lo mismo en común: Cierras la pestaña y han desaparecido de tu mente.
Hasta que llegas a una. La página.
No sabes qué es lo que la hace especial, pero sus palabras se han quedado pegadas en tu mente, como un chicle al zapato.
El copywriting sirve para eso, para conseguir que cada letra, cada palabra, cada coma y cada punto y aparte cuenten. Una sola frase, tan sólo una, puede ser suficiente para plantar la semilla de un recuerdo. Dale personalidad a tu proyecto a través de la redacción de tu web y muéstrale al mundo aquello que te hace extraordinario.